En Villa bombones somos muy
originales. Ya lo dice la abuela, que yo soy don pa’ contraria.
En (casi) cualquier familia que
se precie, lo normal es que papá y mamá se casen, se vayan de viaje y luego
lleguen los niños.
Nosotros no. El padre de los
bombones y yo nos hicimos un viaje estupendo allá por el 2009, del que
regresamos siendo cuatro aunque aún no lo sabíamos.
Después del viaje y ante la
sorpresa de que los bombones ya estaban en camino, nuestra vida se convirtió en
un caos estupendo que incluyó una mudanza en la semana 31 de embarazo y en
aprender a convivir con dos bombones que todo lo que tienen de guapos, lo
tienen de trasto.
Y ahora, para seguir siendo los
originales de nuestro entorno, hemos decidido formalizar lo que ya es un hecho
desde hace ocho años, dentro de seis meses y dos días, ¡nos casamos!
De momento hemos logrado fijar la
fecha, que ya es todo un logro teniendo en cuenta el ritmo de vida que
llevamos.
Ahora estamos a la caza y captura
de un lugar adecuado para celebrarlo, lo cual es toda una odisea. Si los foros
de maternidad ya me parecen un mundo aparte, los de boda me están espeluznando.
Y si elegir el cochecito, la sillita del coche y los demás accesorios
necesarios para dos bebés me provocó dolor de cabeza, la búsqueda de un sitio
que reúna las tres bes me está aterrando.
Que si este es barato pero cutre
que te cagas. Que si este no esta mal pero la organizadora me ha caído gorda,
que si no podemos elegir este sitio porque se nos van a perder la mitad de los
invitados por el camino….
Que si el sitio X ofrece barra
libre y flores, pero no ofrece recena. Que si el sitio Y ofrece recena pero la
barra libre cuesta un riñón y medio por invitado…. Yo ya me he perdido, sueño
con flores, minutas, cocktails y menús y a este ritmo no sé si llegaré cuerda a
Septiembre. (Vale puntualizo, o menos loca que ahora que cuerda, lo que se dice
cuerda, creo que no lo he estado nunca).
Así que avisados quedáis, las
aventuras bomboneras van a mezclarse con las aventuras pre boda en las que
estamos inmersos y si no se hunde el mundo en Septiembre me casaré con el mejor
hombre del mundo, al que le debo y quiero tanto que tendría que inundar de post
la blogosfera para poder contar todas su virtudes.
Siiii, nos vamos de boda,
ResponderEliminarA mí me encantó organizar mi boda... pero hcimos todo lo más sencillo posible: primero miramos restaurantes (por lo de las fechas) y escogí uno que cocinan de muerte y barra libre. Es sencillo y cómodo, ellos ponen todo, unas flores sencillas blancas para los centros y ya está, hecho. Después reservamos para el mismo día la iglesia (era a un año vista, así que sin problemas). Y después las invitaciones con dos hoteles para los invitados de fuera escogidos. Después mi traje y el ramo, también muy sencillo. Nada de flores en el coche ni nada de eso. Fotógrafo el hermano de una amiga, artista. DJ el del bar que me gusta. Peluquería, la de siempre. Lo que más nos costó fue hacer las mesas, sobre todo porque hasta el último día falla o viene gente, y luego escoger músicas especiales para entregar el ramo, los muñecos, regalito a embarazada, primeros trozos de tarta... Una cosa tenía clara, quería un fiestón y fue un fiestón!!! Así que disfruta muchísimo, y olvídate de mucho protocolo y músicas especiales, etc, etc... lo importante es que sea sencillo, que vaya la gente que te quiere, que todo el mundo disfrute, y sobre todo, que vosotros disfrutéis!!! Enhorabuena!!!
ResponderEliminarCómo van los preparativos?
ResponderEliminarHola Anónimo.
EliminarPues me caso mañana así que ya está todo organizado!!! :) Sólo me falta tomarme una tortilla de valerianas
P.D.- Si a 24 horas de la boda no tuviera todo organizado, me hubiera dado un infarto.
Saludos y gracias por pasarte por aquí :)
Qué tal l boda? No vas a hacer una crónica??
ResponderEliminarEn ello estoy anónimo. Por lo pronto ya me he animado a inaugurar el curso ;)
ResponderEliminarPaciencia que todo llega