miércoles, 19 de septiembre de 2012

Diccionario bombonero III



Cada vez hablan más y estoy disfrutando con su lengua de trapo. Aunque a veces me cueste entenderles.

Tututate = chocolate
Titicama = almohada
Buli=  abuelita, (está la usan para llamar a mi madre)
Apeta= puerta
Ami = mami
Poma = toma
Tifafa = Jirafa
Sareale = cereales

lunes, 17 de septiembre de 2012

La ropa

Como dirían las abuelas, los bombones se me están criando estupendamente. Con lo que comen y con la carga genética que les hemos aportado su padre y yo, apuntan maneras para ser dos tiarrones de más de metro noventa.


Según la última revisión pediátrica, el bombón M ha crecido seis centímetros en nueve meses, lo cual está muy bien. Pero es que el bombón I en ese mismo periodo de tiempo ha crecido ocho centímetros… ¡Una ruina!

Que mis bombones se estén criando sanos y estén creciendo es maravilloso. El problema viene cuando te toca reponerles el guardarropa y descubres que nada, repito NA-DA del año pasado les sirve. Dos pantalones han logrado salvarse de la limpia de ropa. El resto, o no les vale, o parecen Anita Obregón en unos de sus malos días. Con los jerséis del año pasado son como dos morcillas rubias.

De la ropa que nos han prestado, se han salvado 4 ó 5 prendas. Además, han alcanzado al nene cuya mamá me pasaba la ropa, así que hemos perdido al donante que teníamos.

Aproveché el viernes para mirar de qué ropa disponían para el otoño/invierno y entré en pánico cuando vi que las diversas bolsas, (para donar, regalar, devolver y guardar), se iban llenando y sus cajones cada vez estaban más vacíos. Así que, este fin de semana hemos ido a comprar ropa.

Inciso: sí, ahora mismo hace un calor de espanto. Si, hasta el viernes seguimos en verano. No, no soy una histérica ni me estoy precipitando. Cualquiera que haya vivido o viva en esta ciudad sabe que aquí no hay entretiempo, o te asas o te congelas, el término medio no existe.

Prosigo. Este fin de semana nos fuimos de compras y después de patearnos cuatro tiendas, (las que se ajustan a nuestra economía, que está la cosa muy achuchada), logramos comprar la mitad de las cosas que estimo que necesitan. La otra mitad la he tenido qué comprar on line porque no tengo ni tiempo ni fuerzas para repetir otra tarde de compras con mis hijos hasta dentro de tres o cuatro meses…

Las mamás que me estén leyendo ya saben lo complicado que es encontrar la prenda que te gusta en la talla de tu hijo. Parece que todos los niños de esa edad van a ir vestidos igual, nunca está la talla qué necesitas… pues imaginaos una búsqueda doble…

Y además no vale decir, bueno con cuatro camisetas se apañan. Mis hijos son expertos en manchas y salimos a cambio completo de ropa diario, a veces incluso dos cambios… los fabricantes de quitamanchas están pensando en sacar sus empresas a bolsa visto el gasto que hacemos en villa bombones de sus productos…

Pero bueno, después de tres días he logrado que el guardarropa bombonero otoño/invierno 2012/13 esté por fin completo, los bombones van a ir guapísimos y nuestra economía no se va a resentir tanto como yo pensaba, (aunque nos haya costado una pasta vestirles y calzarles). 

Pero que conste, hasta Marzo no quiero ni oír hablar de ir de compras y mientras tanto, aprovecho para lanzar al aire varias preguntas:

¿Por qué en las tiendas, por cada expositor de ropa de niños hay cuatro expositores para ropa de niñas?

¿Por qué en la ropa de niñas puedes encontrar prendas de todos los colores del arco iris y en la ropa de niños, es difícil salir del azul, marrón, negro, gris y verde?

jueves, 13 de septiembre de 2012

¡Habla!

Los pocos que hayan seguido este humilde blog sabrán que me he pasado meses “quejándome” porque el bombón I no hablaba. Tenía ganas de escuchar su lengua de trapo y por fin se ha lanzado a hablar.


Se está destapando como un auténtico crack porque además de guapo, yo soy su madre y puede que no sea muy objetiva, pero hoy, cuando les llevaba al orfanato de día, una señora me ha parado en mitad de la calle para decirme que mis hijos son preciosos, así que si, afirmo que mis hijos son guapos y me hincho como un globo al oír los piropos que les dicen…

Bueno, que me disperso. Decía que además de guapo, el bombón I es muy expresivo al hablar, y oírle esa media lengua de trapo que tiene acompañada de gestos hace que más de una vez me tenga que reír.

Comenzó las vacaciones soltando algunas palabras que hasta entonces no le habíamos escuchado, pero al llegar a la playa se desató.

El primer día que aterrizamos en casa del bisabuelo, les montamos la piscina hinchable que compramos hace dos años y que milagrosamente sigue intacta. La llenamos de agua y juguetes y se metieron dentro. Cuando comenzaron a parecer dos garbanzos les dije que se salieran y obviamente, me ignoraron, así que le pedí a su padre que les quitase el toldo de la piscina para verles mejor.

El ataque de risa fue supremo cuando el padre de los bombones quitó el toldo y el bombón I se puso de pie raudo y veloz y con los ojos muy abiertos y levantando los brazos, le preguntó: “¿Cas hecho?, ¿lo has roto?”… ese fue el punto de partida de un verano lleno de palabras y sobre todo de preguntas: “¿Qué seto?”, “¿Qué hases?”

lunes, 10 de septiembre de 2012

La gravedad

La culpa fue nuestra. En alguna ocasión nos hemos quejado de lo poco que nos gusta madrugar y los bombones debieron registrar en su cabecita que madrugar es malo y el despertador es aún peor. O como diría el bombón M: “epetado manó ami, epetado manó”


Así que, cuando tuvieron la oportunidad, atacaron a mi despertador con nocturnidad y alevosía, bueno nocturnidad no porque fue a las siete de la tarde, pero con alevosía seguro que sí.

El caso es que estábamos su padre y yo viendo los últimos minutos de un partido que jugaban Pau Gasol y sus muchachos en las olimpiadas y aunque con el rabillo del ojo les vi entrar en mi cuarto, mi cerebro estaba tan conectado a la pantalla del televisor que sólo acerté a pensar: “No hay peligro, la ventana está abierta pero la persiana bajada, no pueden caerse”.

Y efectivamente, ellos no pudieron caerse, pero el despertador y varios juguetes si que fueron lanzados por la ventana en un viaje sin retorno desde un tercer piso, un viaje que acabó con un ruido estrepitoso que hizo que saliera flechada hacía mi habitación, les echara a ellos del lugar y me asomara asustada a la ventana.

Las piezas del dominó salieron ilesas. Al coche se le rompió una rueda, la caja de cartón en la que metieron todo quedó magullada. El despertador murió. Nunca nos habíamos llevado bien, pero después de 6 años, le tenía cierta estima y por fin había aprendido cómo funciona. 

Así quedó el pobre:



Consecuencias de que los bombones hayan descubierto la ley de la gravedad:

1.- Tengo un despertador nuevo que no sé cómo funciona y me impide remolonear los famosos cinco minutos porque me da miedo que la repetición de alarma no funcione.

2.- Si no fuera por el aire acondicionado, hubiéramos muerto. Madrid, Agosto y todas las ventanas cerradas… imaginad el resto.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Regresamos


Después de un mes de vacaciones que se me ha hecho realmente corto, hoy vuelvo al trabajo. A la rutina volveré el lunes que viene cuando los bombones comiencen de nuevo el cole.

Han pasado muchas cosas en casa bombones este mes, traigo la libreta repletita de anécdotas, así que, bienvenidos al curso 2012/2013 y prometo escribir y actualizar más a menudo este espacio.

Avance de los próximos post:

-Los bombones han descubierto la ley de la gravedad
-I por fin habla
-Mis hijos tienen branquias y no pulmones
-Los “terribles dos” ya han hecho su aparición estelar y han venido para quedarse una buena temporada.

Pero como hoy es mi vuelta al curro y tengo que ponerme al día aquí, tendré que iros contando las historietas a lo largo de la semana.

Septiembre es un inmenso lunes, y este año la vuelta me está costando más que otros años, pero voy a ver si me pongo a organizar y hacer plannings para ir entrando en materia.