viernes, 30 de noviembre de 2012

El orfanato de día



Me han comentado ya varias veces, qué como es posible que llame orfanato de día a la escuela infantil a la que asisten los bombones. Esta entrada es para explicarme.

Llamar orfanato de día al cole de los bombones es una broma irónica dedicada a ciertas talibanas radicales que pululan por estos mundos internaúticos y que consideran que llevar a un niño a la guardería es una monstruosidad y que los padres que decidimos esa opción somos unos temerarios y unos egoístas.

Tanto el padre de los bombones como yo, estamos encantados con su cole y con todo el equipazo de profesionales que forman parte de ese proyecto educativo. La pena es que este será el último año de los bombones allí y el año que viene comenzaran en el colegio de los mayores. (Preveo futuras entradas sensibleras según se acerque el momento de decir adiós a esta etapa de su vida y futuras entradas de puro stress porque aún no sabemos qué colegio elegir para ellos).

El cole de los bombones se llama Las Nubes y es una delicia de sitio. Es una escuela relativamente pequeña y que mola un montón. Allí mis hijos se lo pasan en grande, aprenden muchas cosas nuevas y tienen muchos amigos.

Es una escuela pública en la que es difícil que te admitan a los niños porque cada año tienen una barbaridad de solicitudes, (el año que entraron los bombones, 9 de cada 10 solicitudes fueron denegadas por falta de plazas). Y que lográsemos plaza nosotros, nos hizo sentir cómo si nos hubiera tocado la loteria.

Me gusta ese cole porque implican a los padres en las actividades, piden nuestra colaboración y participación continuamente y tratan a los niños de maravilla. A medida qué avanza el curso, los pasillos se van llenando de manualidades y fotos de los niños y nos informan puntualmente de cualquier cosa que haya sucedido a nuestros hijos. La educación de los bombones está siendo un trabajo conjunto en el que sus profesoras, (que han sido y son fantásticas), y sus padres actuamos de común acuerdo por el bien de ellos.

En fin, que sólo puedo decir cosas buenas del cole Las Nubes y espero que ahora quede claro que cuando digo “orfanato de día”, simplemente estoy haciendo uso de la ironía y el sarcasmo que considero que merecen algunas opiniones.

martes, 20 de noviembre de 2012

Anticipación



Hace poco estuve leyendo un libro sobre rabietas. Una de las claves que daban era que había que anticiparse para evitarlas… al menos esa fue la idea que me quedó y ayer decidí ponerla en práctica.

Teníamos pediatra con el bombón M, así que me organicé con la abuela. Ella se llevaba a M a su casa hasta que yo le recogiera para ir al médico, y yo me llevaba a I al cole. Todo estupendo.

A la hora de vestirles, les fui explicando que M se iría con “buli” e I con mamá al cole. También les expliqué que M iba a ir al médico a que le curasen la tripita. Ellos lo entendieron y ambos me decían: “M con buli, I con mamá”, y lo repetían varias veces, así que el mensaje estaba interiorizado. Todo muy bien, al estilo casa de la pradera y yo encantada por haber manejado la situación…

¡I-LU-SA, soy una ilusa!!! (En este momento visualizarme llevándome la mano a la cara y meneando la cabeza de un lado a otro).

Cuando llegó el momento de la verdad, I dijo que él también se iba con su “buli”, la abuela diciendo que a ella no le importaba, (y más hinchada que un globo por cierto), y yo no me molesté en librar una batalla que sabía que estaba perdida de antemano. Así que los dos con la abuela, los dos a la pediatra y los dos de parranda toda la mañana.

Conclusión: ni teorías, ni libros, ni ir de madre estupenda, ni gaitas. Volvemos al modo “ya irá pidiendo la obra material” y paso de complicarme la vida más, que bastante liada la tengo ya.




lunes, 5 de noviembre de 2012

Abonados a los virus



Veces que hemos ido a urgencias con los bombones desde Mayo de 2010 a Octubre 2012: 1 vez y porque fuimos unos Mari-angustias.

Veces que hemos ido a urgencias desde Octubre de 2012 hasta hoy: 2 veces.

Cómo ya conté en mi penúltima entrada. Tuve que llevar a M a urgencias por un exantema súbito que nos dio un susto del copón.

Después de aquello, el virus de la gastroenteritis que planeaba por el orfanato de día les pilló de pleno el pasado fin de semana y además afectó al padre de los bombones. Mis tres chicos malos y yo batiendo el récord de lavadoras puestas en 48 horas.  Parecía que se había solventado y la semana pasada tuvimos calma… hasta que llegó el puente de todos los santos.

El bombón I se despertó el jueves llorando y diciendo “pupa oreja mamá” y nada le calmaba. Después de una hora en la que no dejaba de llorar y protestar su padre le llevó a urgencias a la una de la mañana: otitis media aguda en el oído derecho.

El viernes pasó más o menos bien, incluso pudieron salir a la calle con papá y el padrino de I, pero el sábado el bombón M volvió a encontrarse con la gastroenteritis de la semana pasada y yo he perdido la cuenta de cuántas lavadoras he puesto. Sólo os diré que entre los dos tienen 10 pijamas y que todos han pasado por la lavadora este puente.

A eso sumamos dos días de lluvia en los que no hemos podido salir de casa con ellos y el resultado es agotamiento extremo de los padres de los bombones y desquiciamiento a dúo de mis hijos, con herida debajo del ojo del bombón M incluida.

Prometo escribir las entradas que tengo pendientes en cuanto nos recuperemos pero hoy no, hoy necesito descansar porque el día ha comenzado en modo gymkhana on y estoy rota.