jueves, 13 de septiembre de 2012

¡Habla!

Los pocos que hayan seguido este humilde blog sabrán que me he pasado meses “quejándome” porque el bombón I no hablaba. Tenía ganas de escuchar su lengua de trapo y por fin se ha lanzado a hablar.


Se está destapando como un auténtico crack porque además de guapo, yo soy su madre y puede que no sea muy objetiva, pero hoy, cuando les llevaba al orfanato de día, una señora me ha parado en mitad de la calle para decirme que mis hijos son preciosos, así que si, afirmo que mis hijos son guapos y me hincho como un globo al oír los piropos que les dicen…

Bueno, que me disperso. Decía que además de guapo, el bombón I es muy expresivo al hablar, y oírle esa media lengua de trapo que tiene acompañada de gestos hace que más de una vez me tenga que reír.

Comenzó las vacaciones soltando algunas palabras que hasta entonces no le habíamos escuchado, pero al llegar a la playa se desató.

El primer día que aterrizamos en casa del bisabuelo, les montamos la piscina hinchable que compramos hace dos años y que milagrosamente sigue intacta. La llenamos de agua y juguetes y se metieron dentro. Cuando comenzaron a parecer dos garbanzos les dije que se salieran y obviamente, me ignoraron, así que le pedí a su padre que les quitase el toldo de la piscina para verles mejor.

El ataque de risa fue supremo cuando el padre de los bombones quitó el toldo y el bombón I se puso de pie raudo y veloz y con los ojos muy abiertos y levantando los brazos, le preguntó: “¿Cas hecho?, ¿lo has roto?”… ese fue el punto de partida de un verano lleno de palabras y sobre todo de preguntas: “¿Qué seto?”, “¿Qué hases?”

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