martes, 17 de abril de 2012

"¡Eto no!"


Los bombones van creciendo y es apasionante acompañarles en el proceso. Nos estamos acercando a los dos años, etapa llamada “la primera adolescencia” y es cierto, tengo dos mini-adolescentes en casa que están comenzando a dejar muy claros sus gustos.

La frase que más se repite en casa últimamente es “Eto no, ¡oto!” y esta frase implica que haya que ofrecerles varias alternativas para que ellos elijan. Por ejemplo, esta mañana:

El bombón M ha pedido “eta”, (en el idioma de los adultos sería galleta), y el bombón I también quería comer algo, así que se han venido los dos conmigo a la cocina. He tenido que abrir el armario e ir enseñándoles lo que había hasta que he acertado con sus gustos de hoy, M una galleta e I un biscote.

Luego ha tocado el turno a vestirse. Como reina de la organización que soy, algunos incluso piensan que lo mío es grave, les dejo preparada la noche anterior la ropa. A esto se suma que soy una maniática de los colores y que me gusta que vayan con prendas que combinen… pues no ha servido de nada. I ha decidido que las zapatillas marrones que iban perfectas con sus vaqueros y su jersey marrón no le gustaban y así me lo ha hecho saber al tirarlas al suelo e irse al armario a por otras. Pues nada, las otras. He decidido que mientras la ropa que quieran ponerse vaya acorde con el tiempo que haga, no voy a oponerme. Necesito mis energías para otras batallas más importantes. Aunque el modelo que yo había escogido era ideal, de verdad que sí.

La tele tampoco se libra de la selección. Suelo poner San Clan, pero según el día, a M no le parece bien y me lo hace saber diciendo “No, oto, otoooo” y tengo que ir pasando de canal hasta que el señorito grita entusiasmado porque he acertado. Conclusión: llevo dos días sin ver Pat el Cartero porque a mí me gusta pero ahora a ellos no.
Segunda conclusión: estoy empezando a echar de menos los Cantajuegos porque ahora se han hecho fans de Baby Einstein y de Peppa Pig.

Y en esas estamos, ellos aprendiendo a manifestar sus gustos y preferencias y yo intentando asumir que están dejando de ser mis bebés a pasos agigantados.¡Con lo que me gusta a mí mandar!

1 comentario:

  1. jajajaja, a Hugo también le encanta Pepa Pig, y yo le tengo que agradecer a la cerdita que alguna tarde me deje aunque sea cerrar los ojos mientras la ve ;-)

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