lunes, 6 de febrero de 2012

Amores que matan

Una de las cosas que más me gustan de mis hijos, es ver cómo se quieren y cómo se buscan.
Me encanta como se les ilumina la cara cuando ven a su hermano. Es una gozada ver como se dan besos y achuchones varios y me divierte mucho oírles mantener una conversación en bombonil, lenguaje que sólo entienden ellos y que les debe hacer mucha gracia porque siempre acaban riéndose a carcajadas.
Es fantástico entrar en la habitación porque uno se ha despertado, y verle asomado a la cuna del hermano, a ver si se despierta o no. Me gusta cómo van juntos en plan Fuenteovejuna para realizar trastadas varias o pillar a uno intentando hacerle cosquillas al otro.

Por desgracia, no siempre es idílica su relación y últimamente tienen una facilidad pasmosa para pasar del amor al desamor. Este fin de semana lo hemos comprobado.

Ha habido peleas por los gusanitos, por los coches de juguete, por los cuentos, por las galletas…
La tarde de ayer fue un continuo ni contigo ni sin ti. Si los separaba malo, si les dejaba solucionar sus problemas solos, peor. Si actuaba en plan salomónico y les quitaba el objeto de conflicto, berridos a dúo contra la bruja mala que es mamá, si les mandaba dos minutos al rincón volvían a la lucha con energías renovadas, hubo carreras por el pasillo para recuperar lo perdido, mordiscos, manotazos, lanzamiento de juguetes a la cabeza del contrario, gritos, lloros, más gritos, nuevas carreras… así que la tarde se saldó con dos chichones, una pata de la pizarra rota y una jaqueca.

Menos mal que los momentos buenos prevalecen y que mi optimismo incurable me hace creer que a medida que crezcan y sepan hablar, los conflictos podrán solucionarse de otra manera.
Mientras tanto, intentaré tomármelo con paciencia y me consuela comprobar que defender lo suyo es una lección que ya tienen muy interiorizada...¡que Dios nos pille confesados!

2 comentarios:

  1. :adorar: Jamía, no sabes cuantísimo te admiro!

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    1. Gracias María. Reconfortan tus palabras. Aunque no considero que yo tenga más mérito que cualquier otra mamá :)

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