miércoles, 15 de febrero de 2012

Impertinencias

Hace un tiempo comenté que tenía pendiente hacer una entrada sobre las frases, los consejos no pedidos y las observaciones que a menudo tengo que escuchar de gente a la que no conozco o con la que apenas trato más allá de darnos los buenos días.

He podido comprobar que mi capacidad de abstracción se está desarrollando estupendamente. Al principio me mosqueaba y ponía caras raras o contestaba en plan cortante. Ahora suelo poner cara de vaca viendo pasar el tren, y a no ser que me toquen mucho la moral, me limito a contestar monótonamente: “Claro, claro…”, mientras mentalmente pienso en la lista de la compra, en los apuntes que he de mirar o en cualquier otra cosa de las cien mil que tengo que hacer al cabo del día.

Pero mi cambio de actitud no ha desanimado a algunas personas y como hablar es gratis, sigo teniendo que escuchar impertinencias varias.

-“¡Son dos! Uf, que faena, menudo trabajo”…. (¿Y qué hago?, ¿devuelvo uno?, ¿desde cuando un hijo es una faena?, ¿se refiere a faena en el sentido de trabajo? porque entonces es una redundancia su frase)

-“Ay qué pena, los dos niños, podían haber sido niñas que son más monas”…. (Pena la que da Usted diciendo tonterías, además, no la veo yo a Usted muy mona la verdad y se supone que fue niña alguna vez)

-“¿Qué haces con chupete? Si ya eres muy mayor”… (1º Llevará chupete hasta que él quiera. 2º Más mayor es Usted y se mete dónde nadie la ha llamado que es algo bastante peor y 3º ¿Y a Usted qué le importa?, ¿acaso los paga Usted?)

-“No los cojas que se acostumbran”…. (Claro, ya sabemos que es un crimen que un bebé quiera estar en brazos de su madre, si son unos manipuladores…)

-“Y ahora a por la niña, ¿verdad?”… (Depende, si Usted se compromete a pagarle los estudios desde el Jardín de Infancia hasta el Master de Postgrado, igual me lo pienso. Pero quiero ese compromiso firmado ante Notario. Y no se preocupe, que si el próximo también sale niño, lo devuelvo, que ya sabemos que las niñas son más monas)

-“¡Qué gordos están!”… (Vamos por partes, no están gordos, pero con el tamaño y altura de sus padres, no pueden ser pulgarcito. Y después, Usted está vieja y yo me he callado así que deje de faltar)

Debo confesar que algunas de las respuestas que he puesto, sí las he dicho en voz alta lo cual ha hecho que se siga manteniendo mi fama de borde; pero es que tengo un problema: soy incapaz de quedarme callada ante algunas muestras de la estupidez humana, máxime cuando el receptor de semejantes impertinencias es uno de los bombones. Pero estoy mejorando, ahora suelo contestar con una sonrisa de oreja a oreja para suavizar el impacto.



2 comentarios:

  1. La primera y la tercera me las apunto tal cual. La segunda me la como en el otro sentido, "ayyyy qué bien, la parejita" abruffffff... La del chupete encima tengo que soportarla con comparaciones de mal gusto "mira tu hermana, sí que está guapa que ya no lleva chupete" acompañado de un estirón del susodicho artefacto... Señora, si lo lleva es porque está cabreado, triste, aburrido, hambriento, soñoliento o similar... Y en cualquiera de las circunstancias anteriores quitarle el chupete a la fuerza NO es un buena idea. La de ir a por la niña, no me toca, sin embargo sí soporto la de "ya no tendréis más, claro"... Vamos, como si los fuera a criar ella, tendré más si me sale del mismísimo, propiamente dicho.

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    1. Algún día publicaré la segunda parte de esta entrada porque me he dejado unas cuantas perlas en el tintero ;)

      Ya sabía yo que tú te ibas a identificar con la primera frase :)

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