miércoles, 4 de enero de 2012

Confusiones


Los bombones son mellizos. Yo sé que son mellizos. Pero esta afirmación tan categórica por mi parte no siempre es aceptada.
Mucha gente me discute y aseguran que son gemelos, que son clavados físicamente. La madrina de I me ha avisado que en cuanto tenga dinero suficiente les encarga un estudio de adn para demostrar que me equivoco. De momento se conforma con regalarles ropa diferente para que yo no pueda vestirles iguales.

Aunque tardé dos días en quitarles las pulseras del sanatorio por miedo a confundirles, nunca me ha pasado. Les distingo perfectamente.

Pero soy la única que lo hace, lo cual ha llevado a anécdotas varias:

-Un día llegué de trabajar y la chica que les cuidaba les había confundido y llevaban intercambiados los cascos ortopédicos: la confusión no me molestó, pero que la tía tuviera el atrevimiento de discutirme quién era quién si que me transformó en una hidra de siete cabezas. (Lo dicho, para el 2012 quiero mejorar mi lado zen).

-Levantarme de madrugada y ver que papá les ha intercambiado de cunas. Pobre papá, casi 20 meses después, a veces me tiene que preguntar quién es cada uno.

-Llevárseles de paseo la madrina de M y regresar a las dos horas contándome quién ha dormido en el parque y quién se acaba de dormir y comprobar que se ha equivocado y que las cosas han pasado al revés de lo que ella me cuenta. Y esto ha sucedido también con las abuelas.

-Confundirles de aula: las profesoras se dieron cuenta a los 15 minutos del error y los bombones regresaron a sus respectivas clases pero a mí me pidió la directora que por favor, al menos las primeras semanas no les llevase vestidos iguales.

-Preguntarle a papá qué tal ha ido la tarde y que me cuente que uno se ha cagado, pero que no sabe decirme cual.

Al final, he optado por dar un “par de trucos” a la gente que les trata casi a diario para que si yo no estoy puedan distinguirles sin problemas. Menos mal que en el carácter han salido completamente distintos y así no les crearemos ningún trauma de falta de personalidad.

6 comentarios:

  1. "-Preguntarle a papá qué tal ha ido la tarde y que me cuente que uno se ha cagado, pero que no sabe decirme cual." <-- esto es muy grande xDDDD

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  2. Que triste, que en la escuela siempre había un fotógrafo que nos hacía fotos a todos cada año y sólo había fotos de mi hermana, pues el fotografo decía: " a esa niña ya le tomé la foto" y era muy tímida como para decirle, "hey, que fue a mi hermana a la que le sacaste foto". de tal modo que pasaron muchos años sin foto mía.
    Ventajas: cuando tuve que tramitar un certificado de estudios y yo ya no estaba viviendo en la ciudad, pues le pedí a mi hermana que se tomase una foto y la presentó y le entregaron el certificado sin problemas. Me encanta ver su foto en el certificado. cada vez que lo hago muero de risa.

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    1. Vaya anónimo, la primera anécdota me pone un poco triste. La segunda en cambio es muy divertida.

      Las confusiones se van solventando, ahora, cuando alguien les confunde, ellos se encargan de dejar claro que se están equivocando, y dicen: "Nooo, M no, M ahí, yo I"

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